«Ciencia idiota permite, a la persona lega en esta materia, acercarse de una forma amable y, en casi todos los casos, divertida, a la investigación científica.
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A quienes, como es mi caso, se dedican a la ciencia profesionalmente, también les ayudará a ser más conscientes de las debilidades y fortalezas de su propia actividad.
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De hecho, la lectura del libro resulta instructiva para personas de perfiles muy variados».