Publicado 25 abril, 2016 por Oihan Iturbide
Calculé que tendría unos 13 años. Pero su maquillaje y desparpajo hacían que encajara en aquel salón sin levantar sospechas. Rodeada de hombres apuestos y vulnerables, se pavoneaba con un encanto abrumador, casi incisivo. Su piel era blanca y sus ojos color miel. Quería tocarla. Me acerqué y elegí la...