Publicado 11 agosto, 2016 por Next Door Publishers
Esta semana he viajado en el tiempo y aterrizado en la cueva de Altamira. No podéis imaginar mi asombro al ver en las rocas milenarias las pinturas de los pardos y fornidos bisontes de las praderas paleolíticas. Tan vivos que parece que van a empezar a correr de un lado...