Publicado 16 febrero, 2022 por Next Door Publishers
Y, en realidad, ellos tampoco: de otra forma no habrían necesitado interponer tantas barreras para impedirles la entrada. Que si no deben estudiar, que se fatigará su cerebro y no podrán tener hijos. Que, si acaso, se hagan maestras (de niñas) o enfermeras (a nuestro servicio). Pero, por si alguna...