Reseña de ‘Los relojes tienen un horario que cumplir’ en ‘Naukas’

«La primera vez que leí el manuscrito de Azuquahe se me puso un nudo en la garganta y se me humedecieron los ojos. Ninguna otra obra me había transmitido de una forma tan bella y contundente la realidad sobre las demencias.

Los pacientes son los protagonistas de Los relojes tienen un horario que cumplir, quienes muestran su enfermedad a través de sus palabras confusas —Auguste Deter, la paciente del doctor Alzheimer—, los relojes desdibujados en los que ya no son capaces de representar las once y diez, sus rostros en las fotografías de Saúl Santos junto a las personas que las acompañan durante este camino, que también sufren las consecuencias de la enfermedad».

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