«El título del libro ya invita. Todos hemos aprendido en algún momento de nuestro pasado a recortar, pegar y colorear figuras de papel sobre las láminas que formaban parte de nuestros álbumes escolares. Es esta una acertada analogía de lo que hacen las herramientas CRISPR con el genoma: solo hemos de sustituir el papel por el ADN».
