«Hace meses, tal vez un año, antes de que estallara la pandemia mundial, un amigo médico que ejerce en una zona rural me estuvo hablando de un proyecto que quería poner en marcha para ofrecer un servicio informativo a los pacientes y familiares que pasaban por su consulta. Me contaba que a veces es más difícil comunicar y seguir los pasos tras una enfermedad, que el propio diagnóstico de la misma».
