«La primera acepción de «matemático» según la RAE es «Exacto, preciso». Hace 30 años a la carrera de matemáticas le llamábamos «exactas». Pero eso no es exacto. Y no es sólo que las propias matemáticas confiesen sus límites inherentes (¡hola, Gödel!), sino que también se han dotado de mecanismos para lidiar con lo inexacto. Formalismos como los conjuntos difusos, la teoría de la evidencia o la teoría de la probabilidad los podemos encontrar en la caja de herramientas de la estadística, la ciencia de la incertidumbre. Y es que la palabra estadística deriva del italiano statista, «persona de estado», porque pocas cosas requieren más diligencia en la administración de la falta de certeza que la gestión de la res publica».
Next Door Publishers en la prensa