«He de confesar que tenía un poco de miedo cuando recibí este pequeño (en tamaño) gran libro (en contenido). Me gusta mucho la poesía y me gustan mucho los haikus, pero no me suele pasar lo mismo con los scikus (science + haiku). Me resultan puramente descriptivos de la realidad científica y no me provocan la emoción, esa sensación de pelos de punta, que sí me producen los haikus japoneses y también los haikus compuestos por poetas modernos y contemporáneos. Pero no tenía de qué preocuparme».
