Entrevista a Elena Lázaro en ‘Público’

«El insigne neurocientífico Pío del Río Hortega, descubridor del tercer elemento del tejido cerebral, murió en el exilio de Buenos Aires en junio de 1945. A miles de kilómetros de su familia vallisoletana, las exequias fueron cuidadosamente organizadas y sus enseres empaquetados por un señor llamado Nicolás Gómez del Moral. Nueve días después de su muerte, empuñó pluma y papel, y comunicó el deceso a sus cuñadas y hermanas de Pío del Río. Nicolás era el «amigo íntimo» del célebre neurólogo. El hombre que lo acompañó a lo largo y ancho de su brillante trayectoria profesional con una naturalidad impropia de una época en que la homosexualidad era aún un grave delito perseguido por la ley».

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