En esta primera colaboración en el blog de Next Door y a modo de presentación, voy a describir el proyecto de divulgación científica más característico que desarrollo, se trata de Ciencia en el Bar. Llevar la ciencia a los bares pretende fundamentalmente bajarla de su pedestal, desacralizarla y acercarla a personas de la calle. Y el principal reto es conseguir esto huyendo de la banalización que sugiere ese entorno. De hecho, más de uno nos ha recriminado el uso del término “tabernario”, que en cambio nosotros reclamamos para el proyecto.
Los responsables de la Ciencia en el Bar somos Javier Armentia, coordinador del Planetario de Pamplona y excelente divulgador científico de reconocido prestigio y yo. Se trata de un proyecto multicanal, que se desarrolla en tres soportes. Por un lado están las sesiones presenciales, que tienen lugar una vez al mes en un bar de Pamplona desde hace ya cuatro años. En estas sesiones contamos con un invitado especial, y hacemos participar al público a través de pequeños experimentos con materiales comunes. En segundo lugar está el canal de youtube en el que se van publicando (normalmente cada tres semanas) vídeos muy cortos que intentan transmitir de forma muy llana un concepto científico. Estos vídeos están rodados en el mismo bar en que se celebran las sesiones presenciales. Por último está la radio, una sección de unos 15 minutos semanales, en el programa de Radio Pamplona “A vivir Navarra”, denominada “El vermú de la ciencia”. En esa sección conversamos con el conductor del programa, Álvaro Valderrama, en un tono muy animado y lleno de bromas de algún tema científico, en ocasiones de actualidad y en otras no. Con la elección del tema ya intentamos sorprender y despertar la curiosidad del oyente.
Se trata de tres líneas de actuación separadas que no alcanzan a las mismas personas, pero las tres están dotadas de cierta unidad y van dirigidas a la misma tipología de personas: gentes que no tienen por qué saber nada al comenzar, pero que van a divertirse aprendiendo alguna cosa curiosa e interesante. La unidad la da el que seamos los mismos personajes, que intentemos mantener el mismo tono coloquial (no me atrevería a decir que el tono es “tabernario”, sería excesivo), que el bar presencial y el de los vídeos sea el mismo y que el Vermú de la ciencia y los vídeos de youtube compartan sintonía. Además las tres se recogen conjuntamente en la página web. En el blog se van poniendo las convocatorias de reuniones presenciales y resúmenes de las mismas, en la página principal están los vídeos y en otra pestaña los podcat del vermú.
Página web de Ciencia en el Bar, en la que se ven las pestañas destinadas a las tres líneas de actividad, el blog (para la presencial), los vídeos y el vermú (podcast).
La divulgación científica es como un ecosistema en el que hay diferentes nichos y diferentes actores, y ciencia en el bar se posiciona explícitamente en el nicho del ciudadano común, personas fuera ya de la edad escolar y sin unos conocimientos previos de temas científicos. Sin embargo, la ciencia ocurre en laboratorios, en centros académicos con solemnes ceremonias llenas de birretes, o en congresos científicos de lenguaje muy técnico. Templos a los que el ciudadano normalmente no puede acceder y si lo hiciera no entendería nada. La idea, por tanto, es darle la vuelta a la cuestión, que los científicos vayan a dónde los ciudadanos hacen su vida. En sus casas se puede entrar por las ventanas tecnológicas que son los medios de comunicación como la radio o los vídeos de youtube, mientras que otros lugares donde se desarrolla la vida ciudadana son los bares. De hecho en estos espacios públicos es muy habitual que se quede para compartir espectáculos deportivos o musicales. ¿Por qué no ciencia? Sea pues; eso sí, tiene que ser en un tono y formato de entretenimiento, no se trata de convertir el bar en una sala de conferencias, sino de imbuirse en el tono tabernario para contar historias que resulten próximas e interesantes.
