Hubo un tiempo en que los carteles de ciencia, de inventos, sobre científicos, sobre adelantos tecnológicos, sobre un futuro lleno de robots, sobre medicina, medicamentos, energía nuclear, nuevos medios de transporte, control de enfermedades o cualquier otra cosa relacionada con la ciencia no parecía un anuncio de una familia feliz en un entorno verde y ecológico a punto de comer cup cakes.
Eran carteles cotidianos o extraños. Eran coloristas y con horror vacui. Carteles fantásticos que aparecían en las revistas y los diarios para dar a conocer los nuevos prodigios de la ciencia, los grandes adelantos científicos o para alertar contra prácticas que podían favorecer la expansión de ciertas enfermedades.
Todos estos carteles han desaparecido de la vida cotidiana, han sido sustituidos por anuncios y mensajes de productos de consumo. La ciencia ya no se anuncia y entre uno de los muchos males que esto provoca en la sociedad, está el hecho de perdernos estos maravillosos carteles.
Hoy en Next Door traemos una selección de esos anuncios.
Empecemos por la energía nuclear, anuncios completamente imposibles de imaginar en la actualidad.
El teléfono es algo tan cotidiano en nuestra vida que hasta nos parece viejo. ¿Quién usa el teléfono fijo actualmente? A pesar de que empezó a extenderse a principios del siglo XX, en los años 50 seguía siendo un invento extraordinario y se publicitaba como tal.
«En General Telephone Laboratories, hombres imaginativos se dedican a hacer realidad los sueños científicos para proporcionarnos un nuevo y emocionante mundo de comunicaciones.»
«Servicio telefónico sin cables. Prácticamente a prueba de tormentas».
Y para terminar, unos cuantos carteles muy naif con temas médicos.