«Yo siempre había querido ir a Galápagos (como digo en el libro, antes de hacerme vieja y desaparecer de este mundo) a hacer una parte, aunque fuera pequeñita, del viaje de descubrimiento de Darwin. Y ese era también uno de los destinos deseados por Silbia, que se había leído todo lo que caía en sus manos sobre estas islas. Así que estas dos comunicadoras viajaron juntas hasta allí (hicimos parte del viaje con Mar y María, dos amigas de Silbia maravillosas)».