José A. Pérez Ledo: «Todo el mundo debería cobrar por su trabajo»

Retrato libro V2

Retrato de José A. Pérez Ledo que aparece en el libro

José A. Pérez Ledo tiene un talento especial para retratar los logros y miserias de la sociedad actual con ironía y humor. En su novela Esto no es una historia de amor va un paso más allá acercándose al interior de cada uno de nosotros y a nuestra forma de relacionarnos con los demás. Quien más, quien menos se ha sentido alguna vez como Daniel –el protagonista– y ha vivido experiencias parecidas a las suyas.

Descubrí a José A. Pérez Ledo gracias a Ciudad K –la que considero la mejor serie que se ha hecho en televisión– y, desde entonces, soy una ávida consumidora de toda su producción. Con sus guiones, columnas, posts, intervenciones radiofónicas y programas tiene la capacidad de sorprender y dar en el clavo.

Esto no es una historia de amor trata, fundamentalmente, sobre la vida y, por lo tanto, también habla sobre género, sexo y amor, lo que me ha brindado una “excusa” perfecta para enmarcar esta deseada entrevista en la temática del mes. Y ya, sin más preámbulos os dejo con las sabias palabras de Jose A. Pérez Ledo.

¿Cómo surgió la idea de escribir el libro? ¿Hacía mucho tiempo que deseabas hacerlo o fue la editorial quien te lo planteó?

Me llamó Emilio Albi, editor de Planeta. Tomamos un café y me hizo una pregunta muy directa: «¿tienes alguna novela en el cajón?» Yo le dije que no, y era verdad. Escribir una novela siempre me había parecido una labor muy exigente, muy larga y compleja. Ahora sé que lo es. De ahí que nunca me hubiese puesto a ello. Me daba un tanto vértigo embarcarme en semejante proyecto sin tener garantizada la publicación. Lo que necesitaba era precisamente lo que ocurrió, que una editorial me dijese: «venga, escríbela, nosotros la publicamos». Que esa editorial fuese Planeta, con lo que eso supone en términos de distribución y promoción, fue estupendo.

¿Por qué elegiste una temática tan alejada de las áreas sobre las que sueles escribir?

Hacía mucho que quería escribir una historia sobre personas que se conocen, se enamoran, discuten y se reencuentran. Una historia sobre la amistad, la familia y el amor. La verdad es que siempre he querido escribir algo así, solo que hasta ahora no había tenido la oportunidad de hacerlo. La película que más veces he visto en mi vida es Annie Hall. Y me encantan los libros que tratan las relaciones humanas desde perspectivas originales y divertidas, como hace Milan Kundera (en El libro de los amores ridículos, por ejemplo) o Nick Hornby en cualquiera de sus historias. En realidad, el tono de Esto no es una historia de amor no es muy distinto al de las cosas más personales que he escrito en el blog a lo largo de los últimos años.

Hacer un buen libro como este requiere de un cuidado proceso de reflexión, elaboración y reescritura y tú estás en mil frentes. ¿Cuándo encontraste el tiempo necesario para llevarlo a cabo y qué proceso seguiste?

La novela me ha llevado año y medio, y está íntegramente escrita por las noches. En este tiempo, afortunadamente, he tenido bastante trabajo. He escrito guiones, he dirigido programas de televisión y he estado colaborando en radio y prensa. Eso me ocupaba todo el día, así que me reservaba las noches para la novela, robando tiempo al sueño.

Creo que esa nocturnidad ha ayudado al tono íntimo que tiene la historia. Por algún motivo, no sé si a todo el mundo le pasa, soy más sincero por la noche. Y, en esta historia, la sinceridad era fundamental.

«Por algún motivo, no sé si a todo el mundo le pasa, soy más sincero por la noche»

A diferencia de Bridget Jones, a quien me daban ganas de abofetear, Daniel cuenta con una excentricidad encantadora que provoca empatía incluso en los momentos más surrealistas. ¿Tenías construido al personaje desde un inicio o fue evolucionando conforme avanzabas en la novela?

El personaje de Dani es una suma de neurosis y experiencias, algunas mías, otras de amigos y otras completamente inventadas. Dani estaba bastante definido antes de empezar a escribir, pero, como es lógico, fue desarrollándose y haciéndose más complejo a medida que avanzaba la escritura. De ahí que la reescritura sea tan importante. A veces, tú, como autor, descubres algo sobre el personaje en, qué sé yo, la página cien. Eso te obliga a volver atrás y revisarlo y reescribirlo todo desde esa nueva perspectiva.

¿Las neurosis del protagonista son una caricatura de las neurosis que todos sufrimos en mayor o menor grado?

No lo sé. Algunas son una caricatura de las mías, desde luego. Lo que sí creo que es común a todos son ciertas, digamos, verdades que el protagonista va descubriendo a lo largo de la novela. Como, por ejemplo, que, mal que nos pese, la mentira es una herramienta comunicativa imprescindible.

«Mal que nos pese, la mentira es una herramienta comunicativa imprescindible»

Creo que mucha gente de esa época podemos sentirnos identificados con Daniel, tanto hombres como mujeres. La pregunta está servida, ¿en cuántas entrevistas no te han preguntado si es autobiográfica?

Me han preguntado si es autobiográfica en absolutamente todas las entrevistas que he hecho. Y he hecho muchas entrevistas. La respuesta es que no, no es autobiográfica. Yo no he vivido eso que cuenta la novela. No conozco a esos personajes, no existen. Aunque sí es cierto que hay mucho de mí y de mis amigos en la novela. También, espero, hay mucho del lector o lectora. ¿Quién no se acuerda, de vez en cuando, de aquella persona con la que coincidió solo una vez, un día, una noche? Aquella noche. ¿Quién no echa de menos, a veces, a ese amigo que perdió sin saber muy bien por qué? ¿Quién no ha tenido que encender la luz en mitad de la noche porque siente que algo no va bien en su vida, que algo no encaja?

¿Por qué la historia se sitúa en Madrid?

Necesitaba ambientar la historia en una ciudad que provocase una cierta disolución del individuo. Dani, el protagonista, atraviesa una crisis que le lleva a cuestionarse todo lo que hasta ese momento creía seguro. Incluso su propia identidad. Su crisis podría resumirse en la pregunta: ¿soy la persona que quiero ser? Madrid aporta esa sensación de pérdida y, al mismo tiempo, de alegría de vivir, que es un sentimiento que la novela pretende transmitir en cada página. Para mí Madrid es una ciudad de cenas con amigos y mañanas neblinosas, de encuentros y reencuentros, de abrazos, de besos y de lágrimas. Me encanta esa ciudad. Quizá sea porque no vivo en ella.

El personaje recurre a la ciencia para racionalizarlo todo. ¿Es otra neurosis más del protagonista para obtener seguridad?

Es un mecanismo de defensa como otro cualquiera. Dani está tan asustado, tan perdido, que recurre a casi cualquier cosa que le ayude a sentirse mejor. Entre otras cosa, hiperracionaliza todo. Hasta el amor. Hasta el sexo.

¿No te parece que el contenido de la historia es mucho más profundo de lo que sugiere la portada y la forma de venderla? ¿Hasta qué punto esta estrategia puede alejar a algunos lectores que disfrutarían de ella?

Yo he escrito la novela y he puesto el título. Nada más. Tanto la portada como el eslogan o las técnicas de venta son cosas del departamento de marketing de Planeta. Pero, a tenor de los resultados hasta el momento, todo hace indicar que saben bien lo que hacen.

Su lectura me recuerda la ironía y la inteligencia de las películas de Woody Allen. ¿Tienes algún autor referente? ¿Cuál es tu libro favorito?

Supongo que es inevitable que haya algo de Woody Allen en la novela porque me parece el cómico vivo más brillante. No creo que haya una sola persona que se dedique al humor hoy en día que no se sepa todos los chistes de Allen de memoria. Pero no solo es un genio del humor. En las películas que escribió y dirigió a finales de los 70 y principios de los 80, supo captar maravillosamente la complejidad y el absurdo de las relaciones humanas en nuestro tiempo. Aquellos tiempos no son estos, es evidente. Ahora vivimos en un mundo mucho más globalizado, más interrelacionado y mediatizado por la tecnología. Todas esas películas, sin embargo, siguen funcionando como una radiografía perfecta de las relaciones humanas, casi cuarenta años después.
Si te soy sincero, mi autor favorito depende del momento. Pero, en lo que se refiere a la novela, habría que citar los dos referentes que he mencionado antes: Milan Kundera y Nick Hornby.

¿No has pensado que este libro podría convertirse en una película?

Se podría contemplar llegado el caso.

Como sabes, esta editorial se dedica a los libros de divulgación científica y tú, con Órbita Laika, llevaste la difusión de la ciencia al medio más deseado. ¿Cómo valorarías la experiencia?

Como experiencia personal fue muy enriquecedora. Me lo pasé muy bien, conocí a gente estupenda y aprendí muchísimo. En términos laborales, no fue agradable porque la relación con el operador, TVE, empezó bien, se puso regular y acabó mal. Los responsables de TVE, sospecho, tenían ciertos intereses que nada tienen que ver con la cultura ni con lo que yo entiendo que debe ser la televisión pública. En cualquier caso, Órbita Laika fue un gran aprendizaje para mí.

«Órbita Laika fue un gran aprendizaje para mí»

Y, en general, ¿cómo describirías el estado actual de la divulgación científica? ¿Cuáles son las tareas pendientes?
Creo que la divulgación científica vive una pequeña edad de oro, al menos en España. Hay mucha gente dedicándose a ello, gente estupenda, pasional, grandes profesionales muy comprometidos. El problema es la financiación. Algunos de esos profesionales se dedican a la divulgación solo por amor, lo cual es muy loable, pero no justo. Todo el mundo debería cobrar por su trabajo. Esa es una tarea pendiente. Conseguir, por así decirlo, «industrializar» la divulgación. Salir del terreno amateur en el que se mueve tantísima gente. La segunda tarea pendiente, quizá eterna, es llegar a más gente. Cada vez a más gente. Esa debería ser nuestra obsesión, la de todos, cada cual desde su medio.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Ahora mismo estoy preparando un nuevo programa de televisión que tendrá un gran componente divulgativo. Hay una cadena interesada y esperamos poder anunciarlo en breve.

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