Chus Tudelilla: «La Casa Amarilla celebra la cultura»

La Casa Amarilla, Zaragoza

La Casa Amarilla, Zaragoza

En algún sitio habría que fundar una casa amarilla, como dice Van Gogh, y juntar en ella a gente con ideas y talento que luego ya verán cómo se las arreglan.

Bertolt Brecht, Diarios, 13 de junio de 1921

Cuando era pequeña y veraneaba con mis padres en Palamós siempre seguía el mismo ritual. El día de la llegada arrastraba a mi padre hasta la librería del pueblo para que me comprase un cuento. Hay personas que en cuanto llegan a un lugar se fijan en las farmacias o en los bares, yo localizo las librerías. Son mi refugio. Me han regalado muchas horas de bienestar, de placidez.

Os confieso que en la actualidad, mis visitas a las librerías son un poco distintas, pero las disfruto igual. Ahora no puedo evitar fijarme, de forma enfermiza, en la edición de los libros expuestos (encuadernación, tipo de papel, tipografía, márgenes…) o sentir una punzada de orgullo frente a las obras editadas por esta casa. Como quien ve a su vástago haciendo una representación.

Desde Next Door, agradecemos de corazón todo el apoyo de las librerías que han apostado por nosotros y venden nuestros libros. Creemos que son los lugares perfectos para su encuentro con los lectores. Por ello, hoy quiero presentaros uno de estos espacios a través de las palabras de su directora Chus Tudelilla. La Casa Amarilla no solo ha sido la librería que más libros de esta editorial ha vendido en febrero, sino que también organizó una preciosa iniciativa entorno a la obra de Fernando J. Ballesteros y Daniel Altschuler Las mujeres de la Luna.

¿Cómo nació La Casa Amarilla?

Hacía tiempo que teníamos la idea de poner en marcha un proyecto cultural. Un espacio privado e independiente, con el propósito de servir de enlace entre los creadores y la sociedad, para así contribuir a la dinamización cultural de la ciudad, fundamentalmente en el ámbito de las artes visuales. Es preciso tomar posición ante la actual fragilidad de las políticas públicas, tan erráticas en el ámbito de la cultura.

«El libro es la base más sólida y necesaria del pensamiento y la creación»

La Casa Amarilla quiere ser un nuevo soporte para el análisis, la reflexión y el debate sobre el arte y la cultura contemporánea, a través de dos instrumentos: la obra de arte y el libro. Ambos se apoyan y contribuyen a crear conocimiento, más necesario que nunca en estos momentos de incertidumbre.

El espacio físico deja clara la imagen de cuáles son nuestros objetivos: es preciso atravesar un ámbito dedicado a la reflexión y el debate, la librería, para entrar en el escenario expositivo, la galería. El libro es la base más sólida y necesaria del pensamiento y la creación.

La librería de La Casa Amarilla está dedicada a temas de ensayo sobre arte y cultura. La Casa Amarilla quiere ser una librería especializada por varios motivos: porque ya existen muy buenas librerías en nuestra ciudad; porque cada vez es más necesario profundizar en aspectos concretos de la abundante edición actual; porque entendemos que es muy adecuado vincular el contenido de la librería con la actividad de la galería en un mismo espacio, que así abre, ensancha y profundiza su papel sociocultural. Se trata de recibir a un mismo público y de interesar a los públicos específicamente interesados solo en uno de los contenidos en la complementariedad del otro. Además, el mensaje que se ofrece desde La Casa Amarilla es el mismo desde la librería y desde la galería. En la actualidad, continúan siendo necesarios culturalmente el soporte papel en el libro y el contacto directo con la obra de arte. En un momento de ruido virtual y de espectáculo artístico, es adecuado y provechoso detenerse a reflexionar en un único lugar, teniendo al alcance de la mirada un libro y una obra de arte.

«Cuando poco o nada hay que celebrar, La Casa Amarilla celebra la cultura».

La promoción y difusión de las obras realizadas por los artistas a quienes La Casa Amarilla representa, el compromiso y complicidad intelectual en el desarrollo de su trabajo son, junto a la decidida voluntad de colaboración con los agentes del sector (artistas, coleccionistas, críticos y comisarios, responsables de museos y de organismos culturales, galeristas, periodistas, editores…) y la atención a la ciudadanía, algunos de los objetivos de nuestro proyecto que fija su estrategia en la puesta en marcha de una línea de exposiciones y plan de actividades coherente y acorde con el discurso de la cultura contemporánea.

Cuando poco o nada hay que celebrar, La Casa Amarilla celebra la cultura. La vocación moral de dar a ver, que decía Barthes. Pocos días antes de inaugurar, Georges Didi-Huberman exclamó: «El pesimismo no puede tener la última palabra», apelando a Walter Benjamin, quien reclamó la necesidad de organizar nuestro pesimismo. Y en eso estamos.

¿A qué responde la elección del nombre: La Casa Amarilla?

La idea es convertir el espacio en un lugar próximo y protegido del ruido exterior, donde haya mucho por compartir: proyectos, aficiones, complicidades y, claro está, afectos. Y entonces recordamos una cita de los diarios de Bertolt Brecht: «[…] En algún sitio habría que fundar una casa amarilla, como dice Van Gogh, y juntar en ella a gente con ideas y talento…».

Chus Tudelilla

Chus Tudelilla

¿Te imaginabas siendo librera?

Nunca he imaginado lo que sería o me gustaría ser. No imaginé ser librera, ni tampoco galerista. Mi casa parece una biblioteca, eso sí; y he colaborado con la mayoría de las galerías de Zaragoza. Elegí estudiar Historia del Arte y para aprender de verdad y en serio decidí, desde muy temprano, trabajar directamente en proyectos con las artistas y los artistas que he presentado en diferentes instituciones y galerías. Al tiempo que investigaba el arte de preguerra y posguerra en España, y ejercía la crítica de arte en El Periódico de Aragón y en diferentes revistas especializadas como ÉxitExpress, ÉxitBook o Arte y Parte.

¿Qué criterios sigues a la hora de elegir los títulos que quieres vender? ¿Esa selección marca la diferencia respecto a otras librerías o grandes superficies?

«Nos apasionan los libros y nuestro deseo es contagiar esa pasión»

Se trata de una librería «comisariada». En la selección de libros también tomamos posición: nunca venderemos un libro que no suscite nuestro interés. Así de claro. Un criterio que nos diferencia del resto de librerías y, por supuesto, de las grandes superficies en las que no existe ningún criterio. Nos apasionan los libros y nuestro deseo es contagiar esa pasión. Nada más grato que la alegría de quien inesperadamente encuentra un libro que llevaba buscando hacía tiempo, o de quien descubre autores que le eran desconocidos. La Casa Amarilla posibilita, además, organizar exposiciones inspiradas en libros. Con Georges Perec, y su novela La vida instrucciones de uso, inició su andadura La Casa Amarilla en noviembre de 2016. Con el claro compromiso de dar a ver. Este año se cumple el centenario de El Paseo de Robert Walser y, con tal motivo, los artistas que exponen en la galería le dedican su particular homenaje. Así lo ha hecho Javier Peñafiel, y también lo harán Nacho Bolea y Lina Vila. En torno a El Paseo de Walser girará la exposición colectiva que presentaremos a partir del mes de octubre.

Y respecto a la galería, ¿a qué artistas podemos encontrar?

El compromiso con artistas nacidos o residentes en Aragón refrenda el compromiso de La Casa Amarilla con nuestra cultura, decididamente abierta al trabajo de creadores de otros lugares. Se trata de no establecer fronteras; en todo caso, de pensar los límites.

La Casa Amarilla representa a Almalé y Bondía, Iñaki Bergera, Nacho Bolea, Jorge Fuembuena, Louisa Holecz, Fernando Martín Godoy, Vicky Méndiz, José Noguero, Charo Pradas, el colectivo Señor Cifrián y Lina Vila. Colaboran: Paco Algaba, Antuán Duchamp, Pedro Bericat, Joana Cera, Luis Gordillo, Javier Peñafiel, Enrique Radigales y Alejandro Ramírez.

Queremos que La Casa Amarilla sea un «obrador» de proyectos que difunda y promocione sus trabajos dentro y también fuera de la galería. Y sitúen sus obras en colecciones institucionales y de particulares. Siempre acompañados del necesario aporte teórico.

También organizáis muchas actividades culturales, ¿podrías hablarme de algunas de ellas?

Con el ánimo de suscitar el interés por el arte y la cultura contemporáneos, La Casa Amarilla organiza un plan de actividades con la intención de fomentar el conocimiento del arte actual y generar nuevos públicos ávidos de conocimiento:

— «Ante la imagen» es un ciclo cuyas sesiones se celebran todos los martes. Se trata de reflexionar sobre las obras de las exposiciones que se celebran en La Casa Amarilla desde diferentes puntos de vista, los que aportan las personas invitadas, especialistas en los más diversos ámbitos. Una propuesta enriquecedora que nos permite situarnos ante las imágenes.

— «Mesa de trabajo» permite conocer en La Casa Amarilla los libros y demás materiales de estudio que ocupan a profesionales de la cultura en sus proyectos actuales. Hasta el momento, la «Mesa de trabajo» de La Casa Amarilla ha estado ocupada con las mesas de trabajo del director de orquesta Juan José Olives, la escritora Ana Merino, la directora de cine Paula Ortiz, la poeta y traductora Miriam Reyes y el artista Pep Durán. El próximo en hacerlo será el geógrafo Francisco Pellicer.

— «Viajar». En La Casa Amarilla se inicia el viaje hacia otras ciudades para visitar proyectos expositivos imprescindibles. Antes del viaje: sesiones de información que facilitarán situarnos ante la imagen.

— «Cursos y talleres». Los artistas y teóricos que trabajan y colaboran en La Casa Amarilla imparten cursos y talleres sobre las disciplinas que mejor conocen: collage, escultura, pintura, fotografía, ilustración, dibujo, cómic, acciones sonoras, perfomances, lecturas, ciclos sobre artistas, iniciación a la coordinación y dirección de exposiciones…

— «Presentaciones de libros».

— «Leer». Lecturas compartidas.

Chus Tudelilla y Águeda Giráldez

Chus Tudelilla y Águeda Giráldez

Dentro de este conjunto de actividades, el pasado 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, hubo una lectura del libro Las mujeres de la Luna. ¿Cómo nació la iniciativa? ¿Quién fue su impulsora?

Águeda Giráldez fue la responsable. Llegó un día a La Casa Amarilla, justo cuando estábamos cerrando. No imaginas su cara de desesperación: tenía que regalar un libro y la persiana indicaba que había llegado tarde. Ahora sabe que nunca es tarde en La Casa Amarilla, de la que ya forma parte. Tanto le gustó, que aquel primer día nos propuso colaborar en las actividades del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. No lo dudamos un instante.

¿Cómo se desarrolló? ¿Participó mucha gente?

Abrimos a las 11:00 h y no habían pasado diez minutos cuando comenzamos la lectura del libro Las mujeres de la Luna hasta las 14:00 h. Y por la tarde, más. A última hora se sumaron amigos, amigas y el equipo de «las científicas». Estaban muy contentas.

Día Internacional de la Mujer y la Niña Científica en La Casa Amarilla, Zaragoza

Día Internacional de la Mujer y la Niña Científica en La Casa Amarilla, Zaragoza

Para acabar, recomiéndanos un libro de divulgación científica.

«La lectura de las historias de esas veintiocho mujeres de la Luna responden a los interrogantes que mujeres de la ciencia se han hecho a lo largo del tiempo»

Pues este libro del que hablamos, Las mujeres de la Luna de Daniel Roberto Altschuler y Fernando J. Ballesteros, tan revelador de las extremas dificultades de las mujeres para ser lo que queremos ser. La lectura de las historias de esas veintiocho mujeres de la Luna responden a los interrogantes que mujeres de la ciencia se han hecho a lo largo del tiempo. Cito algunas preguntas que Carmen Magallón ha planteado: «¿Fueron tan escasas las científicas en el pasado? ¿En qué épocas y a través de qué mecanismos pudieron las mujeres como grupo intervenir en el desarrollo científico? ¿Qué situaciones históricas, sociales y culturales favorecieron o entorpecieron su participación en la ciencia? ¿Qué barreras institucionales se opusieron a la entrada de las mujeres como grupo en las comunidades científicas? ¿Qué actitud adoptaron los hombres respectos a la contribución científica de las mujeres? ¿Hubo concepciones estrechas del contenido de la ciencia, responsables de dejar fuera actividades de las mujeres de carácter científico? ¿Puede aceptarse como cerrada y completa una noción de ciencia que ha sido elaborada desde una estructura de pensamiento sesgada y excluyente?»

Juan J. Vázquez, lectura del libro Las mujeres de la Luna en La Casa Amarilla

Juan J. Vázquez, lectura del libro Las mujeres de la Luna
en La Casa Amarilla