Miguel Santander: «La consciencia sigue siendo un misterio: ni siquiera sabemos definirla bien»

Miguel Santander es investigador posdoctoral en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, y divulga ciencia y literatura en su blog Tras el horizonte de sucesos y en la plataforma Naukas. Influido por su carrera en el ámbito científico, comenzó su andadura literaria en el género de la ciencia ficción y ya ha publicado las novelas El legado de Prometeo (Ed. Letras Apócrifas), La costilla de Dios (Ed. Iniciativa Mercurio), La epopeya de los amantes (Ed. UPC) y una serie de relatos. Ha sido merecedor de los premios UPC de novela corta de ciencia ficción y Terbi de relato, así como finalista de varios premios, como el Alberto Magno y, en dos ocasiones, el Ignotus.

Miguel Santander

 

La locura se mezcla en su relato con cierta forma de fanatismo, religioso, social y político. ¿Por qué el síndrome de Capgras y por qué situar la historia en el ámbito familiar de un alto cargo del franquismo?

Elegí el síndrome de Capgras —por el que un ser querido es percibido como un desconocido absoluto de la noche a la mañana— porque me parece una condición tan terrible como fascinante. En cuanto al franquismo, me parece que guarda cierto paralelismo en el sentido de que la guerra civil y el régimen cambiaron España de repente, la volvieron una completa desconocida, a pesar de seguir siendo la misma. En cierto modo, alguien nos sustituyó España, como le pasa a la protagonista del relato con su marido.

¿Una dictadura como la que hubo en España puede ser un buen semillero para la locura?

Para la locura no lo sé, pero para el fanatismo, seguro. La falta de libertad de expresión propia de una dictadura conduce a lugares muy oscuros…

¿La mente sigue siendo el gran desconocido del ámbito científico?

Uno de ellos, probablemente el más intrigante. En las últimas décadas, la neurociencia cognitiva ha revolucionado el modo en que nos vemos a nosotros mismos: la consciencia, la sensación del yo, es el resultado emergente de una serie de procesos neuronales complejos de un sistema nervioso que ha sido moldeado por la evolución a lo largo de millones de años (y como tal ni siquiera es un fruto reservado sólo al ser humano). Hemos avanzado mucho en el conocimiento de la consciencia, pero sigue siendo un misterio: ni siquiera sabemos definirla bien.

¿Cómo es tu relación con la enfermedad? ¿Alguna experiencia traumática, catártica, difícil…?

Pocas, por fortuna. Mi abuelo murió de Alzheimer. Ver cómo perdía poco a poco la memoria, las capacidades, la identidad, como si fuera él mismo el que se difuminara hasta desaparecer… fue sobrecogedor. Además de una pena terrible, da mucho que pensar sobre lo frágiles que somos y lo inseparablemente ligada que está la mente al cuerpo.

Este libro de relatos “disecciona” la enfermedad desde la narrativa. ¿Qué autor o autora (no necesariamente de literatura) ha retratado mejor la esencia de la enfermedad?

No he leído a muchos, pero me voy a quedar con Oliver Sacks sin dudarlo. No he visto a nadie que consiguiera espantar tan bien el estigma asociado a las enfermedades mentales y que nos acercara tanto al enfermo mental como lo que es además de eso, una persona con sus miedos y sus anhelos, que vive en un mundo a menudo extraño y confuso pero tan real como el que hay en mi cabeza o en la tuya. Además de ser una lectura apasionante por cuanto enseña sobre la mente, los textos de Sacks destilan humanidad. Conmueven.

Un poco de marketing: ¿por qué hay que comprar Disecciones?
Porque, como Sacks, también conmueve. Y porque está hecho con mucho mimo y con el mismo espíritu: el de acercar el conocimiento sin dejar de un lado la humanidad de sus protagonistas, los que sufren la enfermedad.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Esta entrevista ha sido realizada por Ruperto Mendiry, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, ha desarrollado buena parte de su carrera profesional en Diario de Navarra (1997-2008). En 2008, se incorpora a la Fundación Arquitectura y Sociedad como director de Comunicación, lo que le permite profundizar en el ámbito de la comunicación corporativa y la gestión cultural. Dos años después, crea con Patxi Antón, Boutade Comunicación. Ha completado su formación en el ámbito del diseño web y la imagen corporativa, además de distintas herramientas para el diseño gráfico y editorial.