J. M. Mulet: «Hoy por hoy ya no sabes si estás en un supermercado o en Doñana»

Fotografía de Irene Marsilla JM Mulet en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de Valencia

Fotografía de Irene Marsilla
JM Mulet en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de Valencia

Comemos cada día, lo necesitamos para vivir. La alimentación repercute en nuestra salud y, en consecuencia, es fundamental que la conozcamos con mayor profundidad. El libro de JM Mulet Comer sin miedo constituye una herramienta eficaz y placentera para lograr este propósito.

JM Mulet, licenciado en química y doctor en biología molecular por la Universidad de Valencia, cuenta con un brillante currículum como investigador que se complementa con su excelente y copiosa labor como divulgador científico. Es una persona honesta y valiente que no tiene ningún reparo en defender sus ideas basadas en conocimientos científicos en los ambientes más adversos. Le admiro y agradezco esa actitud. Yo no me atrevería a lidiar en muchas de las plazas en las que le he visto y necesitamos personas como él que sí lo hagan.

¿Por qué crees que existen tantos mitos, falacias y mentiras entorno al tema de la alimentación?
Tenemos la suerte de vivir en una sociedad donde la comida es asequible. Todo el mundo come todos los días. La comida es algo cercano, cotidiano. Esa cercanía fomenta que proliferen leyendas urbanas, porque a nadie le gusta pensar que su comida le puede producir enfermedades o algún efecto extraño.

«Tenemos la suerte de vivir en una sociedad donde la comida es asequible»

¿Cuál es el objetivo de “Comer sin Miedo” y cuándo te decidiste a escribirlo?
Hablar de los principales mitos alimentarios y ver si tienen algún fundamento o no desde el punto de vista de la ciencia. Me decidí a escribirlo por qué se puso en contacto la editorial y me ofreció escribir un libro sobre mitos de la alimentación.

¿Cuál es el capítulo que más has disfrutado escribiendo?
Todos. No me gano la vida escribiendo sino que lo hago por placer, así que escribir para mi es una actividad muy relajante y placentera.

¿Te llevó mucho tiempo documentarte? ¿Aprendiste algunos mitos que no conocieras?
Escribí el libro bastante rápido, porque muchos de los temas que toco eran temas que había tratado en clase o en el blog, por lo que cuando empecé a escribir la mayoría de la documentación la tenía hecha, pero sí que es cierto que actualicé muchos campos. Sí, aprendí mucho. Me resultó especialmente interesante el ambiguo papel de los antioxidantes en la salud y el de las dietas.

En el libro dedicas un capítulo a hablar de lo “natural” y otro para tratar lo “ecológico”. ¿A qué se debe el creciente de ambos términos?
Son términos que apelan a nuestras emociones y sentimientos, es fácil empatizar con ellos y tienen un indudable gasto comercial, algo que las empresas saben de sobra. Hoy por hoy ya no sabes si estás en un supermercado o en Doñana, porque todo es natural.

«Hoy por hoy ya no sabes si estás en un supermercado o en Doñana, porque todo es natural»

¿Imaginabas que tendría tan buena acogida?
La verdad es que no, ha sido una agradable sorpresa.

En el libro se aprenden muchos aspectos científicos relacionados con la alimentación ¿Sientes que tu información ha ayudado a que no nos engañen? ¿Qué es lo mejor que te ha dicho un lector, lo que más has agradecido?
Yo creo que sí, ha servido sobre todo para eliminar sentimientos de culpabilidad por no comprar ecológico o por no comprar alimentos enriquecidos o complementos vitamínicos. En general agradezco todos los comentarios, incluidas las críticas, sería incapaz de destacar alguno en concreto.

La valentía de escribir un libro como este también te ha reportado momentos muy duros como la recepción de amenazas de muerte por parte de un grupo de activistas ambientalistas cuando ibas a presentarlo en la Universidad Nacional de Córdoba. ¿Qué sentiste en esos momentos?
No es algo agradable que vayas a presentar un libro de alimentación y que un grupo de presuntos activistas, pero que en el fondo no son más que un grupo de marrulleros, generosamente subvencionados lo impidan, sobre todo por la gente que tenía ganas de charlar un rato conmigo y que había ido desde muy lejos. Dicho esto, tengo la suerte de ser muy tranquilo y no quise darle más importancia, el resto de la gira fue un éxito. Prefiero quedarme con eso.

«Agradezco todos los comentarios, incluidas las críticas»

En general, ¿cómo llevas los ataques de los grupos contrarios a los transgénicos? ¿y tú familia?
Bastante bien, me los trato de tomar con ironía, y de hecho, cada vez son menos. Se están quedando sin argumentos por qué el famoso apocalipsis que llevan 20 años anunciando no acaba de llegar y ellos son los primeros en darse cuenta. Mi familia ya me deja por imposible.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Depende ¿en el laboratorio? Tengo una tesis doctoral en marcha de genes de tolerancia a frío y algunos proyectos más. A nivel de divulgación sigo con las colaboraciones en Sabemos, en El Pais y este mes sale el próximo libro. Como es costumbre, vuelvo a cambiar de tema. Esta vez hay más ciencia y menos desmitificación y aspectos polémicos.

Para acabar, la pregunta de rigor: ¿comemos bien?
En general sí, pero demasiado azúcar y grasa y poca fibra. Habría que mejorar esos aspectos.

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