Endocrinología para dummies

Historia clínica

Una gastroenteritis fuerte que duró una semana. Aparición de acné. Aumento de peso. Cansancio, mucho cansancio: necesidad no de dormir, sino… ¡de hibernar! Bloqueo mental, ganas de llorar, tristeza, no poder más…

En este punto de la relación de hechos (aparentemente sin conexión) soy muy consciente de que parece que estoy empezando una depresión, y no quiero ni pensarlo. Pero, ¡por fin!, llegan las vacaciones de verano, y parece que todo (mi vida, mis emociones) se normalizan, que puedo ser más objetiva y valorar que el inicio de la tesis, mi incorporación al mundo investigador laboral, la búsqueda de becas de doctorado y el cambio de ciudad son circunstancias vitales estresantes que pueden influir en mi estado de ánimo. Aún así, decido acudir a mi médico de cabecera para solicitar una analítica y ver si es posible que tenga algo de anemia que explique mi agotamiento.

The White Deer Fuente: http://thewhitedeers.tumblr.com/

The White Deer
Fuente: http://thewhitedeers.tumblr.com/

Mi médico me llama: «Ya tenemos los resultados de la analítica. Tranquila, todo está bien, salvo una cosa». Y mi mente piensa: «anemia». Y el médico dice: «la tiroides; te he derivado al endocrino porque parece que tienes hipotiroidismo». Respondo: «ah, vale», mientras pienso: « ¿perdón?, ¿qué significa?»

Endocrinología para dummies (como yo)

La tiroides es una glándula endocrina que se sitúa en la parte anterior del cuello. Tiene forma de mariposa porque está constituida por dos lóbulos conectados en su parte inferior por el istmo. La tiroides es la encargada de producir hormonas como la tiroxina  y la triyodotironina. En realidad, la tiroxina es la prohormona que actúa como reserva de la hormona activa, la triyotironina, que es cerca de cuatro veces más potente.

La tiroxina, también llamada tetrayodotironina o abreviada T4, contiene 4 átomos de yodo. El yodo necesario para su síntesis se adquiere por la dieta (aproximadamente se requieren de 80 a 200 microgramos) en forma de yoduro, y en el intestino se reduce a yoduro iónico que es absorbido por la tiroides. La enzima tiroperoxidasa (TPO) une covalentemente los átomos de yodo al aminoácido tirosina. Luego, otras enzimas llamadas deyodinasas, desyodinizan, valga la redundancia, la T4 y así se obtiene la triyodotironina o T3. No entraremos en detalle, pero la tiroides también sintetiza directamente pequeñas cantidades.

Como se puede ver, el yodo es tremendamente importante. De hecho, la causa más común de trastornos de la tiroides es el déficit de yodo, que produce hipotiroidismo y formación de bocio. Casi un tercio de la población mundial vive en áreas con insuficiencia de este elemento químico. En lugares donde la ingesta de yodo diaria es de 50 mg, el bocio suele ser endémico (la prevalencia puede ser de un 80%); y si la ingesta es de 25 mg aparece el hipotiroidismo congénito. En el segundo caso, el  diagnóstico temprano y el tratamiento de los niños afectados es importante para evitar un retraso mental irreversible, así como déficits neuropsicológicos.

Trinette Reed

Trinette Reed

A veces te extraño y… yodo

Es increíble como algo tan pequeño (el yodo, las hormonas tiroxina y triyodotironina) afecta a nuestro organismo. Pero es que la T3 está implicada en la tasa basal metabólica, en casi todos los tejidos de nuestro cuerpo, en la síntesis y degradación de proteínas, así como en la síntesis de glucosa, también en la ruptura del colesterol y el aumento de los receptores LDL (incrementa la tasa de lipólisis), en el latido cardíaco, en la serotonina de nuestro cerebro. Además, tiene efectos en el desarrollo pre y postnatal sobre todo en el sistema nervioso central donde estimula la producción de mielina y de neurotransmisores y el crecimiento de los axones. Un exceso de T3 y T4 (hipertiroidismo) provoca pérdida de peso, sensación de calor, nerviosismo, palpitaciones y temblores en las manos y cansancio. La carencia de T3 y T4 (hipotiroidismo) provoca aumento de peso, retención de líquidos, depresión, algunas veces la aparición del bocio, lentitud mental y cansancio.

Las poblaciones con más riesgo de tener falta de yodo suelen vivir en áreas remotas y montañosas del sureste asiático, Latinoamérica y África central. Afortunadamente, los programas de yodación  para prevenir el bocio y el cretinismo son eficaces en la profilaxis de trastornos de la tiroides.

Seguro que alguna vez nos hemos fijado en los distintos paquetes de sal que hay en cualquier supermercado…, y quizá recordemos el que pone sal yodada. Y es que los sistemas nacionales de salud se encargan de los programas para prevenir o tratar la insuficiencia nutricional de yodo, siendo la yodación de la sal la principal estrategia, que ha conseguido eliminar o reducir el riesgo en muchos países. Evidentemente, hay que ser cuidadosos porque una de las complicaciones detectadas en estos programas de prevención es que pueden inducir hipertiroidismo. Así que lo mejor es seguir las instrucciones y si se tiene alguna duda consultar con tu médico.

Anticuerpos que se vuelven locos

En lugares en los que no hay problema con el yodo, los trastornos tiroideos son de origen autoinmune. Básicamente se diagnostican con un análisis de anticuerpos en que se miran los anticuerpos anti-peroxidasa (a-TPO) y los anti-tiroglobulina (a-TGB), y según si dan positivo o negativo, te diagnostican un tipo u otro de hipotiroidismo autoinmune. Sin conocerse muy bien la causa, tu propio sistema inmunitario empieza a atacar a la glándula tiroides que deja de producir las tan necesarias T3 y T4, y se empiezan a manifestar los síntomas del hipotiroidismo. Los síntomas de hipotiroidismo pueden tardar en aparecer de meses a años, dependiendo de cada persona.

El médico me explicó que el inicio puede manifestarse en forma de gastroenteritis, y así, aunque nunca lo podremos determinar con certeza, parece que, para mí, todo empezó ahí. El hipotiroidismo, ya sea por falta de yodo o de origen autoinmune, tiene una muy fácil solución: tomar levotiroxina (T4) cada mañana, y controlar anualmente los niveles de T4 y de TSH, que es la hormona producida por la hipófisis y que es la encargada de indicar a la tiroides que hay que producir las hormonas T4 y T3; cuando la TSH está elevada significa que la tiroides no está respondiendo bien y la hipófisis empieza a producir más.

Fernando Vicente «Interiores» Fuente: http://fernandovicentevanitas.blogspot.com.es/

Fernando Vicente
«Interiores»
Fuente: http://fernandovicentevanitas.blogspot.com.es/

En tres meses, yo ya tenía normalizado mi perfil tiroideo, aunque algunos síntomas tardaron un poco más en irse normalizando. Claro que yo tengo la suerte de vivir en un país con Seguridad Social en el que tengo acceso a analítica de sangre cuando mi doctor lo considera necesario, y el medicamento Eutirox está disponible en la farmacia costándome menos de 1€ (sin receta cuesta 3,12€).

Postdata

Por cierto, el único síntoma que parece que no está asociado con el hipotiroidismo es el acné, pero he de decir que no he vuelto a padecerlo (ni antes ni después) desde que tomo Eutirox cada mañana.

Más información

Mi agradecimiento a M. Eugenia Guinea, que me ha resuelto amablemente muchas dudas médicas.

Boscolo, P., Youinou, P., Theoharides, T., Cerulli, G., & Conti, P. «Environmental and occupational stress and autoimmunity» Autoimmunity Reviews (2008), 7 (4), 340-343 DOI: 10.1016/j.autrev.2007.12.003

Bülow Pedersen, I., Laurberg, P., Knudsen, N., Jørgensen, T., Perrild, H., Ovesen, L., & Rasmussen, L. «An Increased Incidence of Overt Hypothyroidism after Iodine Fortification of Salt in Denmark: A Prospective Population Study» The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism (2007), 92 (8), 3122-3127 DOI: 10.1210/jc.2007-0732

Iodine Global Network, página web, obtenido de http://www.ign.org/index.cfm, consultado el 24 de febrero de 2016

Clínica Universidad de Navarra, «Hipotiroidismo», documento PDF, obtenido de http://www.cun.es/cun/dms/cun/infograficos/Endocrinologia/2015-hipotiroidismo-copyright.pdf, consultado el 24 de febrero de 2016

Mizokami, T., Wu Li, A., El-Kaissi, S., & Wall, J. «Stress and Thyroid Autoimmunity» Thyroid (2004), 14 (12), 1047-1055 DOI:10.1089/thy.2004.14.1047

Vanderpump, M. «The epidemiology of thyroid disease» British Medical Bulletin (2011), 99 (1), 39-51 DOI: 10.1093/bmb/ldr030